Bartender zen: El estado mental para un gran servicio
Desde el momento en que un cliente camina hacia la barra empieza a construir impresiones y a hacer juicios. Si es su primera vez, considerará la decoración, tal vez vea la parte posterior a la barra y haga una visión general de la clientela. Si ha estado antes en el bar, puede observar la escena para notar cómo está el ambiente hoy.
Los clientes se dirigen a la barra para pedirte una bebida. Aquí es donde el estado mental puede tener una gran influencia sobre su experiencia:
Tabla de Contenidos:
1. No importa cómo está tu día
Como paciente, odiarías estar sentado frente a un doctor frustrado. En la caja, no te agradaría un agente gruñón. Camino a la barra, un cliente no tiene idea de qué clase de día tienes. Puedes haber tenido una pelea con un compañero, haber sido decepcionado por un amigo o haber perdido tu tarjeta de crédito. Incluso puedes haber ganado la lotería y estar completando tu último turno en la empresa. Simplemente, el visitante debe sentirse bienvenido y bien atendido, sin importar nada más.
Así, intenta dejar ir tus propias frustraciones y concéntrate en el momento. Algunos bartenders se visten de otra persona y esto les ayuda a hacer su parte. Descubre lo que funciona mejor para ti.
2. Te “gustan” todos por igual
A parte de los clientes regulares, es fácil hacer juicios rápidos de las personas a las que atiendes. Estos pueden ser positivos y negativos y en diversos grados. Incluso entre los clientes regulares, puedes encontrar algunos clientes irritantes, discutidores o de cualquier otro tipo —algunos clientes incluso pueden ser tus amigos más cercanos. Sin embargo, cuando algún cliente se acerca a la puerta (extraño o asiduo) debe ser imposible saber quién te agrada y quién no.
Ya sea que un extraño se acerque, no debe ser obvio quiénes son tus favoritos y quiénes son “pesados” para ti. Los clientes deben notar que tratas a todos de forma justa y con igual respeto. Si tienen que esperar un par de minutos mientras conversas con un buen amigo —algo que pasa con tanta frecuencia sin que los involucrados se den cuenta— entonces puedes perder un cliente.
3. Ofrece una ayuda
Algunos clientes que llegan por cocteles a un bar pueden no saber cuáles son las bebidas o si les gustaría un pisco sour, un martini o un ruso negro. Luego de un minuto o dos, ofrécete a ayudarles a elegir (sin ser entrometido) y ellos apreciarán tu ayuda. En especial con el creciente número de bares que sirven cocteles sofisticados, dejar que un cliente descifre un complicado menú de cocteles puede ser frustrante para él o puede hacerle sentir avergonzado o poco grato.
Aprovecha la oportunidad para hacer una guía por el menú o pregunta de qué tienen ganas para llevarlos a la dirección correcta. Quién sabe, puedes acabar por convertir a un bebedor de vodka al lado del ginebra.
4. Coctelería zen en su máxima expresión
Dejar de lado tus propios sentimientos, estados de ánimo y nociones preconcebidas es un paso importante para ofrecer un gran servicio. Los clientes regulares llegarán a respetarte como una gran (y predecible) bartender y los nuevos clientes se sentirán bienvenidos e invitados (e incluso pueden convertirse en clientes regulares).
La coctelería requiere de un gran manejo de sí mismo. Por eso, en la carrera de Bar Profesional de Gediscovery aprenderás cómo proporcionar una buena atención. Si tienes alguna consulta sobre la carrera, escríbenos a nuestro formulario de contacto.